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jueves, 9 de julio de 2015

La Presencia

En otras breves reflexiones he mencionado la importancia de Estar Presente, y probablemente no ha quedado claro (yo sigo en el proceso de comprenderlo) lo que significa este concepto en la práctica cotidiana y no limitada al ámbito profesional. Existe varias definiciones que he encontrado sobre la marcha y todas ellas me gustan y creo que tienen enormes aportaciones al crecimiento personal.
  • En el plano más práctico, Estar Presente significa estar alerta, astucia, atento, consciente, cuidadoso, meticuloso, observador, despierto y sabio.
  • En el ámbito educacional, Estar Presente significa tener una mente abierta y evitar conjeturas prematuras que impidan el fluir de nueva información
  • En el ámbito contemplativo, Estar Presente significa estar consciente con un propósito y sin juicios sobre lo que está pasando en el presente.
La conjunción de estas tres aplicaciones del término Estar Presente son extremadamente valiosas para el desarrollo personal y yo considero que son el núcleo del ámbito terapéutico en su más pura expresión: el encuentro de dos subjetividades, Presentes en el Presente.

Las implicaciones de este encuentro pueden ser explicadas por una reciente área de la psicología aplicada: La Neurología Interpersonal. Esta nueva vertiente intenta integrar los elementos biológicos, psicológicos y sociales en un solo Fluir de Energía e Información. Este fluir utiliza tres elementos fundamentales: el cerebro, la mente y las relaciones interpersonales. Esta triada de elementos y procesos son los responsables del surgimiento del Self y de la interpretación de las señales del Otro.
Cuando experimentamos las implicaciones de esta triada, más el poder del Estar, es ahí donde el verdadero trabajo terapéutico ocurre. El observar el mundo interno propio nos permite rastrear el fluir de la Energía y de la Información del Otro.
La palabra clave en todo esto es FLUIR. Si te pones a pensar, todo malestar emocional/mental está relacionado con el NO FLUIR.

Kabat-Zinn propone que el Estado de FLUIR se encuentra entre otros dos Estados (disfuncionales de la mente) el CAOS y la RIGIDEZ. El Cerebro, la Mente y las Relaciones tienen como principal objetivo el permitir que el Ser Humano Fluya libremente y este Estado solo puede lograrse en el Presente, y estando Presente.
El trabajo de las y los terapeutas es promover este Estado de FLUIR, pero no es algo que se pueda enseñar teóricamente, ya que sólo se puede transmitir por medio del contagio del Estado de FLUIR por parte de la o el terapeuta hacia el paciente.

Este FLUIR solo se logra cuando el cuerpo y la mente se encuentran en un mismo lugar, el presente.
Parecería algo sencillo, sin embargo tiene sus complicaciones debido a la naturaleza y habilidades de la Mente al poder estar en múltiples lugares (pasado, presente, futuro y combinaciones). El cuerpo, por otro lado, solo sabe estar en el presente porque no tiene otra opción. Es decir, el cuerpo está donde está.
La manera en que yo lo puedo entender es como cuando eramos niños y nos compraban un globo inflado con helio. Nuestros padres solían amarrar ese globo a nuestras manos porque la naturaleza del globo es volar libremente. Si por alguna razón el niño suelta el hilo que ancla el globo a nuestros cuerpos, el globo vuela libremente en cualquier dirección. El cuerpo se queda en donde está.
El Estar Presente (FLUIR), es este Estado en donde mi cuerpo y mi mente se encuentran en el mismo lugar (en el Presente, Fluyendo). En esta analogía del cuerpo y el globo, nos falta incluir el hilo que une cuerpo-mente. Este hilo representa la Atención. El cuerpo y la mente sólo están conectados en el presente por medio de la atención a lo que está pasando aquí y ahora.



Esta conexión cuerpo-mente que solo se da por medio de la atención en el presente, representa el único Estado mental/emocional que puede brindarle al Ser-Humano el acceso a todas sus capacidades de Sanidad interna (paz, tranquilidad, fe, esperanza, optimismo, empatía, etc.). Fuera de este Estado de conexión cuerpo-mente sólo existe CAOS y RIGIDEZ

Seguramente te estás preguntando el por qué la desconexión del cuerpo-mente produce tales efectos negativos. Permíteme explicarte el por qué de manera rápida y sencilla. La mente, cuando se encuentra en su estado óptimo (en el Presente), sabe funcionar en base a polaridades. Cuando la mente piensa en frío, la mente tiene que traer el opuesto y piensa en calor. Cuando la mente piensa en problema, automáticamente se piensa en solución. Así funciona la mente en su estado ótpimo (en el Presente Fluyendo). Cuando "el globo" se va y vuela libremente al pasado, al futuro o a extrañas combinaciones, la Mente pierde esta capacidad de pensar en polaridades y sólo tendrá la capacidad de observar una "realidad" unipolar (negativa). Por eso, cuando la mente no está conectada en el Presente tiende a atorarse, ofuscarse, ser pesimista, etc. La Mente pierde su capacidad natural de ver la realidad desde distintas perspectivas (polaridades). Kabat-Zinn, le llama a este fenómeno de solo percibir lo negativo EL DEPRESOR.

La percepción negativa y catastrófica del Depresor da vida a un nuevo fenómeno mental que sólo existe cuando la mente ya "voló" a otras dimensiones y no se encuentra conectada al cuerpo en el presente. Este nuevo fenómeno está relacionado a la visión unipolar (negativa) del Depresor. Cuando todo está mal, dañado, etc., se debe de hacer algo al respecto: ARREGLARLO. La mente va a producir una serie de exigencias internas de solucionar todo lo que está mal (basicamente todo esta mal). Así tenemos que la combinación de ver todo negativo y de auto-exigencias de arreglar todo lo que está mal es lo que produce los Estados de CAOS y de RIGIDEZ en la vida de las personas que han perdido la conexión cuerpo-mente en el Presente.

Vamos a terminar esta pequeña reflexión sobre lo que significa estar Presente (FLUIR), con un ejemplo de un terapeuta que no sabe Estar, y lo quiere compensar con Hacer. Este terapeuta entra a su siguiente sesión vespertina ya con un grado de ansiedad que detecta en su estómago y en sus pensamientos saturados con dudas:
¿qué voy a hacer con este paciente? ¿debería aplicar más pruebas? ¿será border? ¿y si lo doy de alta?
Es claro que la ansiedad y la serie de dudas son sólo una manifestación de que su mente ya no está en el Presente, no está Fluyendo.
Esto activa al Depresor, que solo sabe ver lo negativo y comienzan los pensamientos de "no soy buen terapeuta," "creo que me equivoqué de profesión," "mejor me voy a recursos humanos," "voy a perder a todos mis pacientes."
Como todo está mal de acuerdo al Depresor, esto hace sonar la alarma y se llama al Arreglador que comienza a exigir cambios: "deberías ser mejor," "di algo," "tienes que hacer una excelente sesión para que no se vaya tu paciente," "tienes que esforzarte más."

Ya nos podemos imaginar el grado de ansiedad que este terapeuta sufre al estar atrapado entre el Depresor y el Arreglador, pero en realidad todo esto es consecuencia de no Estar Presente.
Un terapeuta que Está Presente (Fluyendo) puede estar en paz, tranquilo, sintonizado con sus Estados Internos y con los Estados Internos de su Paciente. Su intuición es mucho más elevada y sus conocimientos teóricos sustentan sus intervenciones. Y lo que es aun más importante, el terapeuta que sabe Estar, puede modelar este mismo Estado a sus pacientes que muy probablemente se encuentran sufriendo  debido a estar pasando de CAOS a RIGIDEZ en sus vidas.